lunes, 29 de julio de 2013

Buen Viaje...

Todo a mi paso parecía incierto, como si la vida fuera un súbito pasar por inesperados momentos donde el miedo se apoderaba, impidiéndome  lograr concentrarme en mis quehaceres diarios.

Algo sucede, como si el tiempo y todo a mi alrededor se detuviera, subiendo por mi alma y estremeciendo algo que solo evocaba el recuerdo de mi padre. Fue en ese mismo instante que él partía a un viaje sin retorno, al menos  por un tiempo que solo Dios sabe.  Lo sabía, pero nuestra coraza deshumanizada, me impidió aceptar lo que sentía,  lo que sabía.

De pronto suena el teléfono, un reflejo involuntario me hace contestar escuchando las palabras del médico informándome. Entonces entendí que mi padre, a pesar de haber sido una persona descariñada y porque no decirlo también inconciente, estaba profundamente conectada conmigo, esto que reflejaba el amor que sentimos uno por el otro y el perdón por no haberlo manifestado en vida.

Ahora se que el no estar con nosotros le permitirá estarlo, tal vez no de la forma terrenal, pero si espiritual, eso es gratificante porque aunque sabemos lo importante que es tener VIDA, ésta no lo sería si no muriéramos, en ambos estados aprendemos y crecemos. Un proceso difícil y necesario para la reflexión, la superación, la sanación y finalmente “el cambio”.

febrero - 2012

BUEN VIAJE... UN ABRAZO, TU HIJA


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