“Los hechos
pueden aprenderse de los libros, pero nunca la verdad. Si te involucras
demasiado con los hechos, tus ojos se nublarán y se confundirán y no podrás
conocer la verdad. Ten cuidado con los hechos: podrían llevarte por mal camino.
Busca la
verdad. Trata de encontrarla y no te preocupes tanto por los hechos, porque son
irrelevantes. Aquello que cambia es el hecho; la verdad es aquello que siempre
sigue siendo lo mismo. Tu cuerpo es un hecho: un día eres niño, ahora joven o
anciano; un día naciste y un día morirás: el cuerpo cambia. Pero tu ser, que
permanece en tu cuerpo, que lo ha convertido en una morada temporal, ese “tu”
es eterno, es la verdad” OSHO.
Lo importante no es qué haces, si no lo que
eres. La mente orientada a los hechos quiere definir a la gente por lo que
hace, no por lo que es, por las posesiones que adquieren durante la vida en
lugar del entendimiento que se llevan con ellos al partir.
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